Jorge Meneses, ex representante estudiantil, militante de Acción Crítica.

En la última semana las autoridades universitarias de la PUCP han planteado una polémica medida con el fin de “mejorar el rendimiento académico de los estudiantes”. Esta consiste en que todos aquellos estudiantes que se encuentren en las escalas 1 y 2, las que reciben una mayor subvención por parte de la universidad, y en el quinto inferior, serán automáticamente elevados a la escala inmediatamente superior. Lo lógica de las autoridades es que estos alumnos que son “becados” por la universidad deben mantener un rendimiento académico adecuado para acceder a este beneficio.

La pregunta es, ¿realmente la universidad está subvencionando o becando a los alumnos de las escalas 1 y 2? Siendo ex consejo universitario conozco como funciona el sistema de escalas y pensiones y puedo asegurar que no se trata de ninguna beca o subvención. Se entiende por beca o subvención la inversión de un monto de dinero para facilitar a un estudiante, incapaz de pagar sus propios estudios de manera total o parcial, el ingreso a la universidad, en virtud de sus demostradas aptitudes académicas. Así es como la universidad tiene un fondo de becas, destinado a beneficiar a los estudiantes que obtienen el primer lugar en los exámenes de admisión, o aquellos de los primeros lugares de los colegios Fe y Alegría. Estas becas por lo general no solo incluyen el costo de los estudios sino que incluso a veces también el costo de la alimentación. Es claro entonces que la universidad invierte un monto de su presupuesto para que estas personas puedan estudiar.

No pasa así con los estudiantes de las escalas 1 y 2 (y para tal caso, tampoco con los de las escalas 3 y 4). La universidad no cuenta con ningún fondo destinado a costear su educación. Tampoco han obtenido su escala en virtud de sus demostradas aptitudes académicas, sino que, han sido establecidas tras un análisis de su situación socio-económica. Entonces, para hablar con propiedad, las escalas no es un sistema de becas, sino un sistema escalonado que permite ampliar el número de estudiantes, así como el nivel socio-económico de su procedencia. En ese sentido es un sistema que permite que el acceso a la PUCP se determine por la capacidad académica del alumno antes que por su capacidad de pago.

Ahora, tampoco es cierto que sea un sistema que le cueste a la universidad. Las autoridades argumentan que debido a las escalas, están dejando de ganar un monto importante de dinero. Ellos sostienen que esa es la subvención que hacen, ese dinero que supuestamente dejan de cobrar. Si nos ponemos a pensar un poco en eso nos podemos dar cuenta de que, si no existieran escalas, ese dinero tampoco sería cobrado, ya que, con una escala única, no existirían la misma cantidad de alumnos sino una cantidad mucho menor. En términos globales, con una escala única, el ingreso total por las pensiones universitarias sería menor al recaudado actualmente con el sistema de escalas. De esta manera, el sistema de escalas también beneficia a la universidad, al permitirle ampliar la base de estudiantes a los cuales les puede cobrar una pensión.

En resumidas cuentas el sistema de escalas y pensiones no es una subvención ni una beca que otorga la universidad. Se trata de un sistema que beneficia a todos los actores, que pone el rendimiento académico por delante de la capacidad económica de pago como criterio para el acceso a la educación, que aumenta la pluralidad universitaria, al permitir el ingreso de alumnos de todos los sectores, y que, al ampliar el número de estudiantes, permite ampliar el monto de recaudación de la universidad en su conjunto.