Por : Alonso Marañon

(ex - presidente del CF SOCIALES y Actual Representante Estudiantil en la Asamblea Universitaria)

La semana pasada, Augusto Alvarez Rodrich escribió en La República un articulo titulado "El Gran Chauchiller", donde criticaba abiertamente la ambición política de Cipriani (y del sector conservador que él representa) al querer dominar la PUCP para difundir sus dogmáticos pensamientos al resto de la sociedad. Es por ello que él plantea que una gran movilización ciudadana debe comenzar cuanto antes. Al final del artículo, AAR suelta una pregunta muy controversial: “¿No tiene la PUCP una Camila Vallejo que salga al frente ya?”. Ciertamente, las comparaciones entre Perú y Chile no tienen cuando acabar, pero creo que esta pregunta sufre de muchos males que debemos pasar a reflexionar si es que queremos tener una visión mas clara de un futuro movimiento estudiantil peruano.

En primer lugar, invocar a que en el país vecino del movimiento estudiantil más grande en los últimos años aparezca ese líder político que tanto anhelamos, con un toque carismático y que lidere marchas y protestas, es sin duda un reflejo del extremo personalismo de nuestra cultura política. Camila Vallejo (si bien es la mas mediática) es parte de toda una generación de jóvenes líderes estudiantiles.

A su lado se encuentran Giorgio Jackson (U.Católica), Patricio Contreras (U. de Los Lagos), Gastón Urrutia (U. del Biobío, sede Concepción), Sebastián Farfán (U. de Valparaíso), Laura Palma (U. de La Serena), David Urrea (U. Arturo Prat de Iquique) y un largo etcétera. En relación a ello, y para profundizar aún más en la idea, todos estos líderes no han salido de la nada. Son parte de un largo proceso de organización y politización, que tuvo uno de sus momentos mas importantes en el 2006 con las manifestaciones de estudiantes de secundaria conocida como "la revolución de los pingüinos".

En el Perú, no tenemos absolutamente nada parecido a esto. Si bien algunos problemas son similares (privatización de la educación, tecnificación de las carreras universitarias, etc.), en términos de organización estudiantil dejamos mucho que desear. Solamente comparen la cantidad de federaciones que tienen por allá (además de sus logos, que están bien pajas), y lo importante que es la unidad estudiantil traducida en la CONFECH. Como representante estudiantil de la Universidad Católica, puedo decir abiertamente (o desmientanme si no es así) que hasta ahora dentro de nuestra política universitaria hemos hecho poco o nada por mejorar esta situación. Nos falto mucha solidaridad cuando los estudiantes de San Marcos tuvieron problemas relacionados al terreno de su campus con la Municipalidad de Lima, y ahora ni siquiera nos hemos pronunciado por el problema de la autonomía de los estudiantes de La Agraria.

Es por este escenario que Camilla Vallejo no saldrá de la PUCP. Así que en vez de hacernos estas preguntas sinsentido, y con tantos problemas en nuestro contexto universitario, la verdadera interrogante que deberíamos hacernos es ¿Cuando tendrá el Perú un movimiento estudiantil que salga al frente? Creo que un buen comienzo seria reflexionar e impulsar una nueva ley universitaria, a propósito del proyecto de ley presentado por el congresista Sergio Tejada. Comencemos ya.

*Agradezco a Henry Ayala, de quien pude sacar la frase de titulo para este articulo